miércoles, 21 de marzo de 2007

Surcos de alborada: Día de descanso

Se levantó medio cansino, la ducha le espabiló del todo.Recogió la ropa limpia que estaba en la silla,
se calzó las relucientes botas y guiado por el aroma a café se dirigió al comedor, sentado, bebió el zumo de naranja, tomó la taza con el café con leche, mojó las tostadas calentitas untadas de mermelada de fresa,
se limpió con la servilleta.
Reclinado en la silla abrió el periódico del día.
Ella, mientras tanto, recogía la vajilla, guardaba las sobras, lavaba los cacharros, barría el suelo, pasaba la fregona… y ponía a descongelar los calamares para la paella del día.

Él continuó leyendo las noticias, era domingo, día de descanso.


No hay comentarios: