El espejo le devolvió la imagen de un rostro duro, un parche negro en el ojo izquierdo, cicatriz seca y profunda en la mejilla, pendiente en la oreja.
La pañoleta negra con la calavera le cubría frente y cabeza.
Expresión agresiva, fiera, terrorífica.
El espejo experimentó miedo, pánico. Se sintió amenazado. Esperaba un gesto violento, un ataque de furia…
Vio elevarse la mano, se acercaba el golpe fatídico,
creyó romperse de miedo.
Quiso gritar, llorar, suplicar…
El rostro del pirata seguía mirándole, con esa expresión de cólera y maldad.
El espejo, en su pánico, observó cómo la mano del pirata agarraba la piel y la iba despegando lentamente.
Debajo apareció el rostro de una joven guapa, dulce, sonriente.
Era carnaval.
El espejo lloró de alegría.
La pañoleta negra con la calavera le cubría frente y cabeza.
Expresión agresiva, fiera, terrorífica.
El espejo experimentó miedo, pánico. Se sintió amenazado. Esperaba un gesto violento, un ataque de furia…
Vio elevarse la mano, se acercaba el golpe fatídico,
creyó romperse de miedo.
Quiso gritar, llorar, suplicar…
El rostro del pirata seguía mirándole, con esa expresión de cólera y maldad.
El espejo, en su pánico, observó cómo la mano del pirata agarraba la piel y la iba despegando lentamente.
Debajo apareció el rostro de una joven guapa, dulce, sonriente.
Era carnaval.
El espejo lloró de alegría.
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